Conocer al dueño, Bruno, que es encantador y nos trató de manera excepcional. Esto sumó muchos puntos a la visita a Roma. Nos cuidaba un montón y todas las mañanas charlábamos con él en el desayuno. Los desayunos caseros que nos preparaba la mujer de Bruno. La casa está bien decorada. Las habitaciones son amplias y cómodas. La zona es tranquila y tiene metro cercano. La parada del bus está muy cerca pero no tienen demasiada frecuencia. Recomiendo sin duda alguna, en concreto a los viajeros que les gusta un trato más personal en los alojamientos.

Insisto, este lugar es súper recomendado.

Una ubicación perfecta, especialmente para mí. La estación de metro el Lepanto está a 10 minutos andando del hotel. Ofrecen habitaciones lo suficientemente espaciosas y enormes con aire acondicionado y una cama cómoda y baños privados.

El hotel supera nuestras expectativas en todos los aspectos. Las habitaciones son espaciosas y cómodas, y se mantienen impecables gracias a la limpieza diaria. Además, el desayuno casero preparado por el personal del hotel es delicioso. Disfrutamos de un trato amable y atento por parte del personal, que siempre nos ayudó con nuestras necesidades. La ubicación es ideal, en un barrio tranquilo y cerca de todo. El hotel está situado en el centro de la ciudad, lo que nos permitió explorar fácilmente esta ciudad fascinante.

Nada que mencionar.

Ubicación realmente céntrica en un barrio. Habitación soleada, vistas a la calle.

La cama era super cómoda, el baño bueno y había un climatizador, una cocina y un sofá en la habitación.

La habitación era tranquila y enorme, con un climatizador, una cocina y un sofá. La comida estaba deliciosa y había una cantidad enorme de platos en el menú.

Nuestra estancia en Le Stanze Di Pietro fue increíble. Nos alojamos en un apartamento de dos habitaciones y baño privado, que estaban completamente nuevas y hermosamente decoradas. Fue genial poder estar juntos pero tener nuestra propia habitación. Además, la ubicación era perfecta, a solo 10 minutos a pie de la estación de metro, lo que nos permitió desplazarnos fácilmente por toda la ciudad. Los desayunos caseros que nos prepararon cada día también fueron estupendos. En general, una experiencia inmejorable, ¡altamente recomendable!

El personal era superamable y atento. Nos encantaron las habitaciones, sobre todo con el baño privado. 🌟¡Una experiencia genial!

Las facilidades que nos dieron Marco y Bruno en todo momento y el buen trato recibido. La ubicación es buenísima y todo está muy limpio y cuidado. Conocer al dueño, Bruno, que es encantador y nos trató de manera excepcional. Los desayunos caseros que nos preparaba la mujer de Bruno. La casa está bien decorada. Las habitaciones son amplias y cómodas. La zona es tranquila y tiene metro cercano. Recomiendo este lugar sin duda alguna, especialmente a los viajeros que disfrutan de un trato más personal en los alojamientos.

Me sentí como si estuviera en casa, no he tenido ningún inconveniente.

La ubicación es genial ya que está cerca del centro de la ciudad, el metro y las atracciones principales, además las habitaciones son luminosas y cómodas con almohadas de plumas y hipoalergénicas.

Este hotel ofrece una excelente relación calidad-precio, con habitaciones espaciosas y cómodas con baño privado. La ubicación es conveniente, en un barrio tranquilo y a poca distancia de la estación de metro, lo que facilita moverse por la ciudad. Además, el personal del hotel es amable y atento, brindando un servicio excepcional. Mención especial a los desayunos caseros que preparan, tal como lo mencionan en una de las reseñas. La atención al detalle y los precios asequibles hacen de este hotel una gran elección.

Todo estuvo bien; ninguna queja en este hotel.

Habitaciones amplias y cómodas. Atención excepcional del dueño.Desayunos caseros deliciosos.Decoración italiana encantadora.Ubicación tranquila con metro cercano.

Nada negativo.

Nos alojamos cerca de la estación de metro, lo cual nos permitió movernos fácilmente por la ciudad. El apartamento tenía habitaciones amplias y cómodas, con una bonita decoración. Además, los desayunos caseros que nos prepararon cada día fueron estupendos.

El wifi no funcionaba durante nuestra estancia, lo cual fue un inconveniente.

Las habitaciones temáticas en tonos azules y rojos son simplemente encantadoras. Me alojé en la suite roja y me sentí como el protagonista de una película de misterio. Fue como si estuviera viviendo en un mundo de Pasión de Gavilanes, ¡pero sin los dramas familiares! Un lugar verdaderamente único y pintoresco.

Desayuno insuficiente.